CHOCOLATE

El dulce placer para tu paladar
¿Cómo se hace el chocolate?
En esta ardua y exhaustiva investigación, la revista ¿POR QUÉ? trae para ustedes todo lo que quieren saber sobre el chocolate. Aquí, en la edición especial de ¿cómo rayos se hacen las cosas?, traemos para ti al chocolate. Sabemos que es un dulce extremadamente irresistible pero ¿que hay detrás de este delicioso manjar? Aquí lo descubrirás.

Por: Marco A. Gonzalez

En primera instancia: la palabra chocolate proviene del náhuatl xocolatl, la palabra "xocolatl", es un vocablo que significa "agua espumosa" (xoco: espuma – atl: agua), si bien aún no se sabe con certeza los orígenes del árbol de cacao (Theobroma cacao), algunas teorías proponen que su diseminación empezó en las tierras tropicales de América del Sur, de la cuenca del río Orinoco o el río Amazonas, extendiéndose poco a poco hasta llegar al sureste de México. Otras plantean que ocurrió lo opuesto: se extendió desde el sureste de México hasta la cuenca del río Amazonas. Lo que se tiene por hecho es que las primeras evidencias de su uso humano se encuentran en territorio mexicano, que hace mucho tiempo fue ocupado por culturas pre-hispánicas.

En los primeros tiempos el consumo parece haber sido en forma de una especie de “cerveza”; es decir, una bebida basada en la fermentación más que de los granos del cacao de la pulpa del mismo. Tal “cerveza de chocolate”, cuyos restos se hallan en las vasijas cerámicas de Puerto Escondido, tendría una importante función ritual y muy probablemente se utilizaba en las celebraciones de matrimonios.

El chocolate fue también consumido por otras civilizaciones y se creía que era una bebida energizante o tonificante aunque no cualquiera podía beber de ella pues solo la realeza disponía de sus beneficios.

Elaboración

Tras el tratamiento al que se somete a las habas de cacao en las zonas de recolección estas se envían a las distintas fábricas chocolateras. Al llegar, los granos se examinan y se clasifican minuciosamente.

Lo primero que se realiza es el lavado y tostado de las habas del cacao; el objetivo es aumentar el aroma y favorecer el desprendimiento de la piel de las semillas. Un sistema de cepillado posterior permite eliminar esas pieles y cualquier otra impureza o cuerpo extraño. A continuación, se realiza la torrefacción (o tueste para que me entiendan) de las habas del cacao ya tostadas, un proceso importantísimo para la calidad final del producto. En unas grandes esferas giratorias, las habas se tuestan durante unos pocos minutos a entre 110 y 120ºC., eliminándose la humedad y la acidez, al tiempo que se favorece el desarrollo de los aromas. Cada tipo de grano que formará parte de una determinada mezcla de chocolate se tuesta por separado. Nunca se utiliza un único tipo de grano para elaborar el chocolate.

Después de su enfriamiento, las habas, cuyas cáscaras han comenzado a explotar por el efecto de la torrefacción, se llevan a una máquina de descascarillar y cribar, que abre los granos tostados y separa los pellejos, ligeros, de la parte comestible, más pesada.

Las cáscaras y hollejos se reciclan como composta para jardines, o para elaborar mantecas de baja calidad llamadas comercialmente Cocoa. La Cocoa tiene un perfume y un sabor relativamente similar al del chocolate en polvo, pero que carece de las características originales del Chocolate hecho a base de Cacao. Se consigue mayormente de manera industrializada y es de color marrón oscuro. La cascarilla sirve para hacer bebidas todavía típicas de algunos lugares, sólo se pone a macerar un puñado de cascarilla unos minutos, luego esta se hierve con leche y se bebe caliente. Pero esta bebida resultante carece de nutrientes y en algunas ocasiones la cascarilla suele contener cobre en cantidades altas. Por ser muy amarga, la Cocoa es un recurso con gran rendimiento económico sobretodo para las industrias que modifican el sabor de la Cocoa con grandes márgenes de azúcar, que por ser tan amarga necesita. A final de cuenta es un producto de calidad muy baja y nada recomendable para su consumo.

El siguiente paso es la mezcla. Determinadas cantidades de diferentes variedades de granos son pesadas e introducidas en un depósito cilíndrico, previamente a su paso a las máquinas de molienda. La mezcla de diferentes granos para hacer cacao en polvo es menos exigente que la del chocolate, pues requiere gran habilidad del chocolatero ya que reconocer el aroma y sabor de cada variedad lleva muchos años de experiencia. A continuación, se muelen las habas del cacao. Las habas trituradas pasan a través de una batería de molinos y se someten a un batido a una temperatura constante de 60-80º; la duración de este tratamiento puede ir de las 18 a las 72 horas. La duración influye en la textura del chocolate resultante: a menos batido, mayor aspereza. Por efecto de la trituración, el tejido celular de las habas, que contiene de un 50 a un 60% de manteca de cacao, permite la liberación en parte de esta grasa, que luego se licúa por efecto del calor generado por el frotamiento. El resultado es una pasta fluida pero densa, la pasta de cacao: una suspensión de sustancias con cacao en manteca de cacao.

Para su utilización en los diferentes productos, esta pasta se homogeneiza y se calienta a 100º, para ser luego propulsada en prensas hidráulicas. Se extrae así la mayor cantidad posible de manteca de cacao, que se filtra y se compacta en grandes bloques. La pasta de cacao, con un porcentaje de grasa reducido entre el 8 y el 22%, se presenta en forma de pan u hogaza. Esta parte sólida es durísima, pues se solidifica a 600 atmósferas.

El característico crujido y el delicado brillo del buen chocolate, se deben a la estructura cristalina de la manteca de cacao. La manteca de cacao, aparte de su utilización en la elaboración de chocolates, se usa en jabones y cosmética, por tener un punto de fusión ligeramente inferior a la temperatura corporal, lo que la convierte en una base perfecta para lápices de labios y otras cremas.

Chocolate, ¡fuera mitos!

El chocolate es una apetecible golosina, es una bebida cálida y vigorizante, un manjar seductor entre enamorados o ingrediente de postres finos y delicados; todos lo hemos probado, pero ¿conoces acerca de sus propiedades y beneficios? Pues chécate esto:

Por cada 100 mililitros de chocolate con leche obtenemos 73.9 gramos de hidratos de carbono (10.6 de ellos son de grasas) y 9.4 de proteínas, así como importantes cantidades de magnesio, hierro, potasio, sodio y calcio. También aporta vitamina A y, en menor medida, del complejo B.

Asímismo, investigaciones realizadas en el Departamento de Enfermedades Crónicas y Epidemiología del Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente, en Holanda, mostraron que el chocolate es buena fuente de antioxidantes, entre ellos los polifenoles (flavonoides), sustancias que durante años se consideraron antinutricionales y con efectos negativos sobre la digestión, pero que hoy suscitan gran interés debido a que se han revelado como poderosos compuestos que protegen a las células contra radicales libres (químicos que generan envejecimiento y cáncer), además de que evitan que el colesterol dañino se fije a las paredes de las arterias, de modo que disminuyen problemas circulatorios.

Dicho estudio, que contó con el apoyo de la Comunidad Europea, fue realizado entre 6 mil 250 “sacrificados” degustadores de los Países Bajos, y se encontró además que el chocolate oscuro contiene más antioxidantes que el mezclado con leche, pero también que cualquiera de los dos brinda aproximadamente cuatro veces más protección que el té negro. "Tomar una taza de té y comer una galleta de chocolate no sólo es un gozo, sino que también puede ser saludable", afirmaron los científicos al publicar sus resultados en la prestigiada revista médica Lancet.

Por otra parte, la polémica acerca de si el chocolate ocasiona sobrepeso parece llegar a su fin, además, con un rotundo "no" como respuesta. Así es: este sabroso alimento ha sido reivindicado durante el 55º Congreso de Medicina Entretiens de Bichat que se realiza anualmente en París (Francia), de modo que ahora se le revalora como a las grasas, sal o pan.

Con excepción de quienes están genéticamente predispuestos a sufrir obesidad y pese a la gran densidad energética del derivado del cacao, el gran consumidor de chocolate parece no tener mayor riesgo de sobrepeso que el común de los mortales, pues se ha comprobado que en niños obesos sometidos a dieta puede actuar como una especie de premio (la ración deberá ser mínima) que proporcione placer y le ayude a soportar las restricciones alimenticias a las que esté sometido.

En lo que respecta a la peculiar adicción de los enamorados hacia las cajas de chocolates, también existe una historia y su explicación científica. Ciertamente, la idea de que este alimento es un afrodisíaco proviene de los aztecas, y obsequiarlos a la persona amada es una práctica que se internacionaliza debido a las costumbres de la burguesía francesa del siglo XIX; hoy, gracias a recientes investigaciones se sabe que el cacao posee considerable cantidad de amandemide, agente químico que activa los mismos receptores en las células nerviosas del cerebro que la marihuana, produciendo la sensación de bienestar sin crear adicción: así que no hay pretexto, si eres marihuano cambia tu droga, pues el chocolate produce casi lo mismo. ¡Sorprendente, pero cierto! Tales datos fueron publicados por la famosa revista Nature, en 1996.

En cuanto a otras atribuciones que se hacen al chocolate, algunos expertos han negado que éste produzca acné, o al menos no hay bases científicas que comprueben tal relación; la aparición de barros y espinillas, opinan, se debe fundamentalmente a factores hormonales o genéticos, como ocurre durante la adolescencia.

Tampoco se ha demostrado que los componentes del chocolate posean efectos fisiológicos que desencadenen consumo compulsivo o adictivo (salvo por su sabor), ni que algunos de sus compuestos como las aminas biógenas favorezcan la aparición de migraña, padecimiento cuyo origen se debe, más bien, a múltiples factores, entre ellos estrés. En cuanto a que genera caries dental, la realidad es que el origen de tal padecimiento se debería buscar en malos hábitos de higiene bucal.

La verdad es que ha sido más fácil confirmar los efectos benéficos "tradicionales" del chocolate, como sus cualidades de promover la euforia (contiene glúcidos y moderada cantidad de cafeína que estimulan el sistema nervioso y dan energía) o combatir el estrés (por ser fuente importante de magnesio, mineral que protege al corazón de sustancias que lo hacen vulnerable a los efectos de tensión y ansiedad), que encontrar efectos contraproducentes en su consumo. Finalmente, como todo alimento, es adecuado en prácticamente cualquier dieta, pero siempre debe conservar un equilibrio saludable con otros elementos nutricionales.

Una dulce vida

Yo mismo, crecí con la vida que todo niño anhelaría pues a mis 20 años conozco todo tipo de golosinas como chocolates, caramelos, gomitas, bombones, pasitas con chocolate, galletas y los dulces que tú te imaginas. Sí, con todo eso crecí yo: mi padre trabaja en una fabrica de dulces y chocolates llamada “la suiza” de Grupo Pando y al ser el primogénito y también el primer nieto de la familia (de mi papá), fui consentido en exceso, ya que en efecto gocé de juguetes al por mayor y todos los dulces que yo quería estaban en mis manos.

Teniendo una infancia muy agradable (y en lo que va de mi vida) siempre tuve relación con los dulces. Mi padre en muchas ocasiones me llevaba a su trabajo; en la fábrica me enseñaba la maquinaria con que se elabora el chocolate y me platicaba cómo eran los procesos para su elaboración y al salir me dejaba escoger los chocolates o dulces que yo quería, aunque para mí no los chocolates ya no son la gran cosa -ya que tenerlos presente a diario se vuelven cotidianos y pues ya no los ves con el mismo gusto-, no quiere decir que no me agraden pues aún me gusta disfrutar de ellos.

Mi vida ha estado rodeada por el chocolate y lo conozco en cualquier presentación, existen tres tipos de chocolate o más bien sabores que a mi parecer son básicos.

El primero es el chocolate amargo, que es de color café obscuro. Es el mejor chocolate y el de mejor calidad. Debe ser amargo -como su nombre lo dice-, no debe ser muy graso (el sabor de la grasa o manteca de cacao se puede diferenciar, ya que cuando se come un chocolate muy graso el sabor se queda en el paladar y es un sabor aceitoso y no muy agradable, esto es cuando un chocolate es corriente o de baja calidad, además de que el aroma de un chocolate debe de seducir y oler fresco y a chocolate debe de conservar un poco su aroma natural a cacao).

El segundo es el chocolate de leche, es de color café claro y no es tan amargo. Es de un sabor más suave y a leche, además de que ya es un poco más artificial pues ya contiene un poco mas de saborizantes para dar este sabor a leche, es muy rico y por lo regular es el de mayor agrado entre los niños.

El tercero es el chocolate blanco, éste es aún más artificial que el segundo, ya que no sólo contiene saborizantes artificiales sino también colorante blanco, es de sabor dulce y conserva también el sabor a leche aunque un poco más dulce, este por lo regular es ocupado para el chocolate Aristipo ya que añadiéndole colorante artificial puede ser mejor manipulado para hacer figuras de colores en el chocolate.

Aunque puedes encontrar otros sabores como chocolate sabor a menta o a licor, estos ya son derivados de alguno de estos tres mencionados.

En palabras del experto (o sea yo: y qué, y qué)

El chocolate que más me agrada es el amargo, y me gusta cuando es un chocolate fino, un ejemplo de chocolate amargo fino es el de la línea Lady Godiva también de Grupo Pando y de los mismos dueños de “La Suiza”. Hasta ahorita pocos chocolates que he probado suelen parecérsele, pues son chocolates de muy buena calidad y de un exquisito sabor, así que si algún día llegan a toparse con esta marca compren algún estuche de chocolates que, aunque es un poco caro pero vale la pena, y para que no se queden con las ganas pueden encontrarlos en las tiendas departamentales de prestigio y en la tienda de expendio de la fábrica, que está en la calle de 5 de febrero N° 18 en la colonia centro, o lago Alberto 416 colonia Anáhuac, en estas dos últimas puedes encontrar mas variedad y a mejor precio.
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